Sobre Virginia Wolf
(Adeline Virginia Stephen; Londres, Reino Unido, 1882-Lewes, id., 1941) Escritora británica. Hija de sir Leslie Stephen, distinguido crítico e historiador, creció en un ambiente frecuentado por literatos, artistas e intelectuales. Tras el fallecimiento de su padre, en 1905, se estableció con su hermana Vanessa -pintora que se casaría con el crítico Clive Bell- y sus dos hermanos en el barrio londinense de Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que sería conocido como el grupo de Bloomsbury. En 1912, cuando contaba treinta años, casó con Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo, con quien fundó en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de otros relevantes escritores, como Katherine Mansfield, T. S. Eliot o S. Freud. Sus primeras novelas, Viaje De Ida y Noche Y Día, ponen ya de manifiesto la intención de la escritora de romper los moldes narrativos heredados de la novelística inglesa anterior, en especial la subordinación de personajes y acciones al argumento general de la novela, así como las descripciones de ambientes y personajes tradicionales; sin embargo, estos primeros títulos apenas merecieron consideración por parte de la crítica. Escribió también una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que destacó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora, como en Una Habitación Propia. En uno de los accesos de una enfermedad mental que había obligado a ingresarla en varias ocasiones a lo largo de su vida, el 28 de marzo de 1941 desapareció de su casa de campo, hasta que días después su cuerpo fue hallado en el río Ouse.[1]


Una Habitación Propia
En este escrito en forma de ensayo, Virginia Wolf, narra cómo prepara una conferencia cuyo tema central es las mujeres y el arte. Su conclusión es sencilla, el proceso creativo se consigue mediante la independencia de la persona, usando la metáfora de la habitación propia y con dinero para satisfacer sus necesidades.
Los dos primeros capítulos narran su experiencia entre la Universidad y Londres en el proceso de investigación. El capítulo 3 describe las condiciones históricas que han sufrido las mujeres y que les han impedido escribir o reconocer su trabajo artístico. Los siguientes capítulos relatan historias de escritoras en el pasado y cómo ese camino que iniciaron ha llegado a sus días.
En el capítulo 6 y, último, se dirige a su público, el de la conferencia y en especial a las mujeres, para motivarlas a que sean independientes, libres de escribir lo que les sale de dentro y , de manera positiva, dice que lo mejor es lo que queda por venir pero que en ese camino hay luchar y tener actitud para salir de esta oscuridad heredada de una pasado de dominación masculina.
Reflexión
Este ensayo sobre la independencia de las mujeres destacaría, para empezar, su crítica a la Universidad. El tema central es la independencia de la mujer para poder llevar a cabo una tarea o proyecto creativo, pero el centro de la cultura y, tal y como lo narra la autora construido con oro de las grandes familias británicas. La autora realiza una crítica a la Universidad en el diferente trato que sufren las mujeres con respecto el género dominante de la Universidad, hombres, y que genera una cultura en la que predomina los valores masculinos. Esta cultura es tradicional, es decir, se ha dado a lo largo de los años y está asentada en los pilares de la sociedad y condicionan el comportamiento general de la sociedad. En este apartado usa la metáfora de 30000 libras, y la herencia de sus madres, ya que no le tenían permitido acumular riquezas. “Si por fortuna Mrs. Seton y su madre y la madre de ésta hubieran aprendido el gran arte de hacer dinero y hubieran dejado su dinero, como sus padres y sus abuelos antes que éstos, para fundar cátedras y auxiliarías, y premios, y becas apropiadas para el uso de su propio sexo, quizás hubiéramos cenado muy aceptablemente allí arriba un ave y una botellita de vino”
Otro mensaje importante de este ensayo es la importancia de la diferencia en la realidad y las novelas, los personajes femeninos son creados por hombres son personajes muy fuertes, con gran importancia en el desarrollo de las historias y con el mismo poder que un hombre a la hora de decidir, una mujer totalmente diferente a la que existe, a principios del siglo XX, o que existió en siglos pasados, que esta sumisa a las directrices de su padre o marido, y que no tiene permite realizar actividades diversas, simplemente el cuidado de sus hijos y de la casa.
El camino de las mujeres escritoras ha sido muy duro y ha traído un cambio. Las mujeres en el tiempo de Virginia Wolf ya escribían sobre multitud de temas. Este es un proceso que descienden de la travesía anterior de otras mujeres, de ese camino duro y oscuro que sufrieron en secreto. En esa travesía, nunca se les reconoció el papel de artista, de escritoras, más bien soportaban burlas.
Para concluir, su mensaje optimista y su defensa del feminismo; la diversidad, los diferentes estilos, perspectivas, formas de vida dentro de una igualdad, de unas mismas oportunidades para todos los géneros, sin que exista una dominación, un desafío entre géneros. También ha destacar, que los géneros se complementan entre sí. También la “profecía” que narra, que dentro de 100 años las mujeres no estarán sujetas a la dominación masculina, a realizar trabajos especializados para ellas por sus características vinculadas a su género “dentro de cien años (…)las mujeres habrán dejado de ser el sexo protegido tomarán parte en todas las actividades y esfuerzos que antes les eran prohibidos.
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